Recuerdo que hace años, cuando aún tomaba azúcar, me gustaba mucho comer una tarta que hacía mi tía, de zanahoria y coco, así es que cuando descubrí este pastel en versión "sin", me encantó y se ha convertido en uno de mis dulces preferidos :)
La "tuneé" un poco y éste es el resultado:

Cobertura:
- 5 o 6 zanahorias grandes y ecológicas
- coco rallado
- sirope de arroz o quinoa Finestra del Cielo (opcional)
- canela
- almendras tostadas y troceadas

Base:
- 4 vasos de harina integral de espelta ( u otra harina integral)
- 4 vasos de bebida de arroz (avena,espelta..)
- 1 pizca de bicarbonato sódico
- sirope de arroz Finestra del Cielo
- 1/ 4 vaso de aceite de girasol ecológico
- unas gotas de AE naranja
Para la base, mezclamos todos los ingredientes y se hornea durante una media hora a 180º. Lo dejamos enfriar y mientras preparamos la cobertura.
Para preparar la cobertura, troceamos las zanahorias en trozos pequeñitos y se ponen a hervir con un poco de agua y un trocito de canela. Se añade un poquito de sal marina, para resaltar el dulzor. Cuando estén cocinadas y sin agua, si se quiere un poco más dulce, se puede añadir unas cucharadas de sirope de quinoa o arroz y coco rallado. Quitamos la canela y se tritura todo.
Esta crema se pone encima de la base y se decora con coco rallado y algunas almendras partidas en un mortero.
Os animo a que la preparéis y veréis como os gusta.
No olvidéis que dulce no significa que lleve azúcar y que no lleve azúcar no significa que no esté dulce :)
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